En cuanto amaneció nos dirigimos al parque, sólo unos minutos después de llegar a la puerta abrieron las taquillas de los coches y entramos entre nervios y dudas de si podríamos al final pernoctar o no allí.
Las niñas y algunos adultos iban vestidos para no desentonar con la decoración del parque.
El parking estaba justo donde empezaba la cinta transportadora que llevaba hasta la puerta del parque. Casi 3000 kilómetros para llegar hasta allí y los peques ya se conformaban con pasar el día cinta arriba, cinta abajo, nos hubiese bastado quedarnos en la T4. La música Disney invitaba a acompañar nuestros pasos con saltitos y palmas.
Ya en Main Street flipamos, menudas tiendas, tremendos escaparates a cual más apetecible, restaurantes, coches de época circulando por allí tirados por caballos percherones, y en el horizonte el fantástico castillo de cuentos. Tomamos los oportunos mapas y decidimos empezar por DiscoveryLand .
Quique haciendo lo que más le gusta, payaseando.
Nuestra primera elección, Buzz Lightyear Laser Blast, y la primera decepción. Hubo momentos buenísimos, sin duda, pero realmente una triste manera de empezar la visita. La próxima semana más fotos de las mil y una que hicimos allí.
La Patri dice: ¡Qué monas las niñas con sus orejitas de Minnie! Me traen muchos recuerdos estas fotos. Siento que hubiera tantas decepciones y problemas técnicos como me contaste, pero es mejor quedarse con los buenos momentos. Espero la siguiente entrega. Un beso.
ResponderEliminarNuri: Qué graciosas las niñas. Y Ana muy completa. Espero que no fueran demasiados los problemillas. De todas formas como dice Patri quedaros con lo mejor. Esperando la siguiente entrega. Besos.
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