domingo, 30 de agosto de 2015

Nos vamos de cena.

La Patri dice: Hola a todos.
 Una de las citas ineludibles cuando estoy en Jerez es aquella en la que quedamos para cenar y tomar unas copas. Conseguimos reunirnos todos, incluso Aurori y Rado, que no siempre pueden acompañarnos por motivos laborales; obviamente el único que no pudo asistir fue Vidal. Cenamos en el restaurante Quince arrobas  y lo cierto es que la cena, a un precio bastante asequible, nos gustó mucho, aunque entonces no sabíamos que algo de lo que nos sirvieron haría estragos en el organismo de Isabel. Decidimos luego hacer una primera parada en Dama Juana, una antigua casa de vecinos rehabilitada como pub que me encanta y siempre tiene buen ambiente. Después de un rato allí, las chicas nos adelantamos para ver qué tal estaba el local 55 y, tras algunas dudas y malentendidos, allí nos quedamos a pasar el resto de la velada. Tengo que decir que aquel rato fue memorable. Nos animamos todos a bailar y se nos unieron un compañero de trabajo de Perico y un completo desconocido que iba alternando de grupo en grupo y, al final, se quedó con el nuestro autoproclamándose  organizador y animador oficial. El primero rebosaba energía y tan eufórico se mostraba que incluso rompió un taburete sobre el que se subió a bailar –más de una vez tuvimos que aconsejarle que se calmara ante el miedo a que sufriera un ataque-. El segundo se movía al ritmo de la música con una coreografía bastante peculiar que Enrique adaptó y consiguió dominar con gran maestría. El hecho es que hacía tiempo que no me reía tanto. Lo pasamos francamente bien. La parte negativa de aquella noche fue, como ya he avanzado, que Isabel acabó en el hospital con urticaria. Aquí os dejo las fotos. Besos.































sábado, 22 de agosto de 2015

Días de playa

 La Patri dice: Hola a todos.
Un año más mi estancia en Jerez ha sido más que satisfactoria y los ratos pasados con mis amigos y amigas, inolvidables. Y un año más, los días allí han pasado volando, así que me quedo con las buenas sensaciones y los bonitos recuerdos.
En dos ocasiones, decidimos reunirnos en la playa. La primera de ellas fue un encuentro familiar en Las tres piedras, donde dimos buena cuenta de la merienda y la cena que llevábamos preparadas y estuvimos hasta la medianoche. Los niños, que están enormes, no pararon ni un momento y nosotras paseamos, tomamos el sol, nos pusimos al día y nos resguardamos del frío nocturno gracias a las múltiples rebecas de Almudena –qué haríamos sin ti-.
Nuestra segunda jornada de playa, esta vez solo para chicas, fue en un lugar que se ha puesto muy de moda en Cádiz este verano, El Palmar. La furgoneta de Isabel nos llevó a todas –nos faltaba Aurori- a nuestro destino y allí pasamos el día bajo un cielo nublado que incluso dejó caer alguna que otra gota. Aun así, la velada entre amigas compartiendo almuerzo, confidencias y risas fue uno de mis mejores momentos. Por la noche paseamos por los mercadillos, aprovechamos para comprar a Aurori su regalo de cumpleaños y nos tomamos unas copas en los chiringuitos que amenizan el lugar. Además, unas jóvenes que tocaban unos tambores nos dieron una idea magnífica que queremos poner en práctica el próximo verano para ganarnos unos eurillos; sin olvidar que Isabel y Almudena consiguieron posar en un foto junto a Matías, un concursante de Gran Hermano muy apreciado por ellas… ¿qué más se puede pedir?  
Gracias, chicas, por organizar tantas cosas cuando estoy allí, por estos buenos ratos y por una amistad duradera que nunca tenemos que dejar de cultivar. Besos.

P.D.
Atención al tipazo que se le está poniendo a Almudena gracias al yoga, sin desmejorar, por supuesto, a todas las demás. (Almudena, no solo lo digo yo, Vidal también lo ha comentado).