Optamos por evitar autopistas tomando una maravillosa carretera que alternaba los tramos en autovía con carreteras secundarias por parajes propios de cuentos.
Recuerdo que cada pueblos era más impresionante que el anterior. Los palacetes se mezclaban con pequeñas casas con jardines dignos de un concurso floral.
Creo de veras que existe una seria rivalidad entre los vecinos que les obliga a dedicar horas y horas para conservar preciosos jardines con flores y podas impolutas.
Para el almuerzo elegimos una preciosa área de descanso pasado Orleans, un pequeño riachuelo, el canto de los pájaros, los gansos, el puentecillo cruzando el rio junto a una pequeña cascada,... idílico.
Coincidimos allí con un matrimonio alemán que iba de vuelta a casa. Habían pasado unas "breves" vacaciones de poco más de 7 meses, bah!!, Benidorm, Alicante, ... Portugal, Francia, creo recordar que aún les quedaba algún país más y luego vuelta a Alemania para pasar el verano. Iban también en autocarava, pero eran la viva imagen de un hogar sobre ruedas, sus macetitas, tu tendedero con las sábanas tendidas, perro,... no les faltaba un detalle.
En esta foto de la izquierda hago honor a uno de los mil y un cementerios con encanto que fuimos viendo a uno y otro lado de la carretera, y que yo tenía el gusto de anunciar por los walkis para desesperación de mis compañeros de viaje.
Tras almorzar tomamos la autopista dirección Touluse. A media tarde llegamos a Oradours, ciudad que bien merece una entrada aparte, por su historia, sus silencios, sus fiestas infantiles con ponche y por acogernos en nuestra primera velada nocturna en país extranjero sin tiritarnos los dientes, no más que por el chocar de los pedrolos de hielo de las copas.
Buenas noches y hasta la próxima.
Nuri: Las fotos muy bonitas y la crónica genial. Ya te digo, parece que yo he hecho el viaje con vosotros. Me encanta. Besos.
ResponderEliminarLa Patri dice: Ya echaba de menos una nueva entrega del viaje. Unos lugares fantásticos y unas casitas de cuento. Cómo me gustan estos pueblecitos tan tranquilos y pulcros. Como siempre, excelentes tu crónica y las fotos. Besos.
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