La pequeña Pompa, una tortuga terrestre de Florida, crecía feliz en su pequeña pecera y nos acompañaba todos los fines de semana aprovechando en la terraza de Rota para estirar las patas.
Poco a poco Pompa fue creciendo y su casa se le quedó pequeña, cambiamos la tortuguera por otra mayor y aunque reconozco que demostraba tener muy malas pulgas a pesar de ser una tierna tortuga, parecía muy feliz en su nueva casa. Pero seguía creciendo, ya se le atascaba el caparazón para salir de su cueva, ensuciaba el agua diariamente, peleaba para poder escalar y escaparse, la encontrábamos en el borde de la pecera e incluso fuera y nos planteamos buscarle a Pompa una nueva residencia.
Después de tanto tiempo buscábamos un lugar donde siguiera creciendo feliz y hace un par de semanas mientras paseábamos por la Junta de los Rios vimos un idílico lugar. Con un poco de recelo por una posible negativa preguntamos si era posible llevar a Pompa a vivir allí y nos dieron permiso, así que hoy nos hemos desplazado hasta allí y hemos depositado a Pompa en su nuevo estanque rodeada de ocas, pavos reales y gallinas, y con una compañera de la misma especie. Iremos a visitarla próximamente y espero que disfrute de su nuevo hogar. Nuestra hija Pompa se ha independizado, vuela libre.
SALIÓ DISPARADA CUANDO SE SINTIÓ LIBRE. |